La fiesta del balonmano regional dentro y fuera de la pista
El Quabit BM Guadalajara peleó hasta el final para intentar dar la campanada ante un ordenadísimo Globalcaja Ciudad Encantada de Cuenca que apenas cometió errores y demostró que su candidatura a jugar la Champions la próxima temporada va muy en serio. Los de Mateo Garralda tuvieron sus opciones pero no estuvieron acertados en determinadas fases del choque, sobre todo en defensa. El buen hacer de Alfredo Sorrentino, siete goles de siete lanzamientos, hizo mella en el marcador y dio una ligera ventaja para los de Zupo en el inicio de la segunda mitad después de que al descanso el luminoso reflejara un apasionante (15-17).
Pero fue el coraje alcarreño el que puso a los conquenses contra las cuerdas. Siempre a remolque en la segunda mitad, los de Garralda empataron el duelo a falta de dos minutos (31-31). Pero en la hora de la verdad la valentía y la calidad de los jóvenes Pablo Simonet y Juanjo Fernández decantaron la balanza del lado visitante en un partido vibrante difícil de olvidar por la intensidad sobre la pista y en las gradas con dos aficiones volcadas. Sin duda, un derbi regional apasionante en el que los detalles sentenciaron al Quabit, quizá cuestión de madurez y experiencia. Peroindependientemente del resultado, Guadalajara disfrutó con un balonmano de muchos quilates. Este equipo sigue haciendo historia.